Si tienes que realizar una instalación nueva de caldera y no sabes qué tipo debes elegir y dónde puedes instalarla, te recomendamos que sigas leyendo.
Normalmente las calderas se instalan en el lavadero o en la cocina, ya que es más fácil disponer de una salida al exterior y un desagüe. Se debe elegir el espacio donde haya una mejor ventilación. La normativa vigente para realizar una instalación de un nuevo sistema en una vivienda se encuentra en el RITE, Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, de abril de 2013.
La sala donde se instale la caldera de gas debe contar con unas medidas mínimas, para garantizar en todo momento la seguridad del proceso de combustión que se lleva a cabo en el interior de la caldera.
A la hora de instalar una caldera, recomendamos que se encargue un profesional de todo el proceso de instalación. De esta forma, nos aseguramos desde el primer momento, que el funcionamiento y posterior mantenimiento de la caldera de gas se ha realizado con todas las garantías posibles de seguridad y control.
Calderas de condensación y normativa
El 26 de septiembre del año 2015 entró en vigor la normativa europea sobre eficiencia energética que obliga a la instalación de calderas de condensación en todos los sistemas nuevos. Este tipo de caldera ayuda a reducir la contaminación por CO2 y aumenta el rendimiento de los equipos.
En España, el RITE ya obligaba a la instalación de estas calderas, que sin lugar a duda son las mejores desde el punto de vista de eficiencia energética.
A continuación, os detallamos cuatro ventajas de las calderas de condensación:
- Son más eficientes porque reutilizan la energía proveniente del vapor de agua y permiten recuperar de forma parcial o total el calor perdido.
- Alcanzan un rendimiento del 110% debido a su cámara cerrada.
- Son respetuosas con el medio ambiente: con menos combustible obtienen más energía.
- Tienen una vida útil más larga y necesitan menos potencia para funcionar, lo que permite un ahorro para el usuario.