Cuando se compra un inmueble a través de una agencia inmobiliaria, esta tiene que proporcionar al comprador la nota del registro de la propiedad, hablar con el administrador de la comunidad para ver que el piso esté al día de todos los pagos de gastos de la comunidad previos a la venta, mirar que el IBI esté pagado, que la cédula de habitabilidad sea vigente y tener el certificado de eficiencia energética.