Hoy en día, ya es posible controlar nuestro hogar desde el smartphone o a través de la voz gracias a la domótica en casa.
Hasta hace poco cuando hablábamos de una casa inteligente nos imaginábamos una casa de una película de ciencia ficción. Pero hoy en día ya es posible controlar nuestra casa desde nuestro smartphone o a través de la voz. En el artículo de hoy os hablaremos de cómo iniciar un proyecto de domótica para vuestra casa.
Gracias a abrir la puerta a la tecnología inteligente podremos controlar remotamente persianas y ventanas, el consumo de energía, automatizar la iluminación y el riego, controlar la calefacción y el aire acondicionado, revisar que las puertas y ventanas estén cerradas, apagar los aparatos eléctricos para reducir el consumo de energía…
Beneficios de la domótica en casa
Una casa domótica tiene muchos beneficios, destacamos la seguridad, la eficiencia energética y el confort.
Una casa inteligente es más segura, ya que la podemos controlar y vigilar a través de nuestro smartphone. Si nos hemos olvidado una ventana o puerta abierta, no hemos conectado la alarma… todo esto y mucho más lo podremos solucionar remotamente.
Llegar a casa y encontrarla helada en invierno y ardiendo en verano es muy incómodo y desagradable, pero tampoco vamos a dejar la calefacción y el aire acondicionado encendidos todo el día. Gracias a la domótica podremos controlar estos sistemas y podremos programarlos o encenderlos telemáticamente para que cuando lleguemos a casa, la encontremos con la temperatura ideal.
El ahorro energético es muy importante, ya que con el control remoto de nuestros electrodomésticos, luces y sistemas de calefacción podremos encenderlos sólo cuando sea necesario. Nuestro bolsillo y el planeta nos los agradecerán.
¿Qué necesitamos para nuestro proyecto de domótica?
Controlador inteligente
Necesitamos un cerebro del sistema, normalmente es la aplicación del fabricante. Para ello tendremos que descargar la aplicación y seguir los pasos que nos indiquen para poder tener un control total del dispositivo.
Sensores
Los sensores indican al dispositivo qué hacer y cómo hacerlo. Podemos tener sensores de movimiento, de temperatura, de luz, etc. Por ejemplo, el control de movimiento puede hacer que se dispare la alarma y que se enciendan o apaguen las luces.
Actuadores
Los actuadores son la parte de la domótica que realiza una acción. Si tenemos un sensor de lluvia, los actuadores harán que se recoja el toldo y se cierren todas las ventanas.
Interfaz
La interfaz es el hardware con el que se interconectan todos los dispositivos y nos permite controlar toda la vivienda desde un único sistema operativo.
Es cierto que la instalación inicial puede ser elevada, pero se suele amortizar en unos cuatro años, ya que el ahorro energético rondará el 25%.
Como veis el mundo de la domótica está en constante evolución y nos permite tener un fuerte control de nuestro hogar. Será imprescindible tener una buena instalación de wi-fi para que no tengamos problemas de comunicación con y entre los dispositivos.