A medida que la tecnología se vuelve más frecuente en el hogar, la gente espera que el diseño integre las soluciones tecnológicas de una manera elegante y funcional. Los sistemas inteligentes de iluminación y control climático, así como los dispositivos domóticos y electrodomésticos conectados, se convertirán en una parte integral del diseño de interiores.
La tecnología nos hace la vida más fácil y esa fusión ha dado lugar a lo que se conoce como interiorismo tecnológico. Estas innovaciones tecnológicas permitirán crear ambientes más eficientes y personalizados, adaptándose a las necesidades y preferencias de cada individuo.
Lo cierto es que el televisor es un electrodoméstico muy presente en el día a día y que por ello se ha adaptado en diseño para lograr una integración completa.
Además de disfrutar de la experiencia cinematográfica con el mejor sonido en casa, surge otra situación en la que es necesario mejorar la tecnología para integrarla en la decoración. Columnas y barras de sonido y altavoces que lucen con estilo junto al mueble de los audiovisuales.
Hemos pasado de interruptores clásicos a superficies táctiles, control por voz o a través del móvil, etc. Todo ello creado con materiales diversos y las más variadas formas y proporciones. De esta forma, el control de los espacios ha cambiado por completo.
La luz es un elemento fundamental en la decoración, y estas tecnologías permiten introducir la luz y el color en formas únicas, integrándola en cualquier elemento tanto arquitectónico como de mobiliario.
El empleo de domótica se puede orientar a una mejora de la seguridad, de la sostenibilidad y del diseño, todo mediante diferentes elementos controladores que también cuentan con una cuidada estética. Hoy en día existen materiales que cambian de color, de forma, que absorben y emiten luz, etc. Los hay también que se pueden transformar, como los espejos-pantalla, o que integran tecnología LED de formas muy diversas.
Se trata, en definitiva, de entender que la tecnología no tiene por qué estar reñida con el diseño. Por el contrario, puede convertirse en un aliado, siempre que optemos por soluciones tecnológicas armónicas y estéticas.