Un 99% de las viviendas tiene algún tipo de fuga térmica. Esto hace que perdamos aire frío en verano y caliente en invierno.
Aislar bien nuestra vivienda es uno de los aspectos más importantes cuando hablamos de eficiencia energética, ya que nos permitirá un importante ahorro en las facturas. La gran mayoría de viviendas tiene un aislamiento térmico deficiente, este problema hace que perdamos aire frío en verano y caliente en invierno. Las cifras indican que el 99% de las viviendas sufren algún tipo de fuga térmica.
Cuando hablamos de aislar térmicamente una vivienda nos referimos a aumentar la resistencia a las pérdidas de frío y de calor para poder mejorar el aprovechamiento de la energía consumida y reducir la demanda energética.
Pero no sólo es importante para reducir la factura, ya que un buen aislamiento hará que mejore el confort y el bienestar de los que viven. Una vivienda aislada térmicamente nos permitirá mantener una temperatura de confort tanto en verano como en invierno.
Si estás pensando en instalar aire acondicionado, calefacción o rehabilitar una vivienda, debes prestar atención al aislamiento. Casi el 30% de la energía se pierde a través de ventanas, puertas, techos y paredes.
La importancia de ventanas y puertas
Elegir unas ventanas con doble acristalamiento y cierre hermético, evitará que el aire se cuele. Además, con una ventana de doble cristal conseguiremos un hogar más silencioso y tranquilo. No evites usar cortinas y persianas para proteger la casa de los calurosos rayos de Sol.
Las puertas también son un elemento que necesitan aislarse, una buena opción es utilizar cintas selladoras y así evitar que el aire se escape por debajo de la puerta.
No olvidarnos de techos y paredes
La estructura de la vivienda también será determinante a la hora de tener un buen grado de eficiencia energética. Las viviendas antiguas suelen tener más problemas a la hora de aislar térmicamente.
El aislamiento puede realizarse tanto de forma interna, como externa. Reforzar la fachada con materiales aislantes no sólo aumentará la eficiencia del edificio, también lo protegerá de agentes atmosféricos externos como el viento, la lluvia, la polución…
Para el interior de la vivienda, son muchos los materiales que permiten aumentar el aislamiento. Por eso, lo mejor es consultar con un profesional para que haga una propuesta de las reformas a realizar y la mejora que estas supondrán.
Este tipo de inversiones, se recuperan rápidamente con el ahorro de la factura. Un aislamiento adecuado puede permitirnos ahorrar hasta un 70% de la factura energética y en el caso de que queramos vender nuestra casa, su precio será mayor. Debemos tener en cuenta que cuanto más eficiente sea nuestra vivienda, más sostenible será para el planeta.